Una de
las cosas que me gusta de coleccionar autitos es que cuando los miro veo, en
cierto sentido, algunos pasajes de mi misma vida. El post de hoy es un homenaje
a dos, para mí, queridos desaparecidos:
La marca de autitos y la banda de rock.
Cuando
se acaba algo que a uno le gusta no deja de haber un sabor amargo. Empecemos
por la banda y tratemos de hacerlo con objetividad. Vinieron a Colombia hace
como dos años, pero eso no quiere decir que existan como banda, la última que
vino y la que existe hoy es más un capricho de Axl Rose que la banda que había
venido en el ’92. Ya no son los Guns, son Axl y los otros que él contrató. Para
mí, la banda se acabó en el momento en que Izzy Stradlin decidió que él no
tocaba rock para andar de juerga en juerga, sino para tocar rock y ya (que es una
forma de andar de juerga en juerga, pero aquí la música importa un poquito más
que la juerga). Se fue Izzy, el mayor compositor de la banda, la piedra angular,
el que podía lidiar con los egos de Axl y Slash, y ese fue el fin. Luego
hicieron una gira de dos años (ahí fue que pasaron por aquí, Slash dice que antes de empezar la gira, cuando Izzy ya no estaba, Rose hizo firmar al resto de la banda un documento donde le cedían los derechos del nombre a él o no había gira... de ahí para allá he leído historias hasta de los illuminati involucrados -Axl lucía la camiseta N° 33 en los conciertos), pero ya todo
estaba terminado. A pesar de ser una de mis bandas favoritas, nunca estarán en
el pódium de “las mejores de todos los tiempos”, pero sí me atrevo a decir que
de todo eso a lo que se llamó Hard Rock son de lo poco que vale la pena.
El
Appetite for Destruction fue el primer CD que compré. La carátula original del disco fue vetada, era la ilistración de la escena de una violación a una mujer por parte de un robot. Luego decidieron cambiarla por la de la cruz. Aún recuerdo los bajos de
Mr. Brownstone reventando en los bafles del equipo de sonido. Escuchando a los
Guns decidí, cuando era adolecente, empezar a tocar guitarra y empecé a soñar
con tener una banda de rock. Si a esto le sumo el hecho de que hoy, más de 20
años después, el ensayo de cada sábado en la tarde-noche con la banda hace que
el lunes sea más fácil el levantarse a trabajar, entonces tenemos que los Gunners
tuvieron una gran influencia en mi vida, aunque no toque ni una canción de
ellos.
Los Use
Your Illusion los tuve en mis manos, en acetato, el día que salieron a la
venta: Septiembre algo del ’91. Fue algo emocionante. La primera vez que los
escuché quedé impactado, yo sentía que era un rock diferente a lo que había
escuchado (hay que tener en cuenta que no había escuchado mucho entonces). Los
sentí fuertes, Hard Rock, pero no el de Motley Crue y otros, un rock que sin
llegar a ser metal tenía una contundencia y una potencia increíbles. No se
cuántas veces he escuchado esos discos desde entonces. Las que menos me gustan
son las que sonaron en radio, les dieron tanto palo que las gastaron, como
siempre… especialmente November Rain, esa no me la aguanto… pero el resto me
encantan.
La otra
parte del post es la marca de autos. Supe de la existencia de Johnny Lighning
por casualidad, y también me enteré de su deceso por casualidad. En otro post dije que conocí JL
en un programa de los Cazadores de Mitos, y cuando empezamos a comprar de estos
autos con mi hermano, la fidelidad de los modelos nos sorprendió. No tenía nada
que ver con lo que conocíamos de Majorette, Matchbox o Hot Wheels. Estos eran moldes
muy cuidados, modelos que no habíamos visto en otras marcas: estos eran los
autos que siempre habíamos querido. Hace un par de meses estaba en el mercado
de las pulgas, hablando con mis amigos de Kidcol y uno de ellos me dice “y
Tomica anunció que no fabrica más Johnny Lightning, ¿no?”… yo la verdad no
tenía idea, a pesar de que la noticia se conoció a mediados del 2013. Casi no
me puedo reponer, el golpe fue más conmovedor que cuando los descubrí… día
triste para los desocupados que nos dedicamos a coleccionar…
Johnny Lightning siempre fue una especie de huerfanita; pasó de mano en mano hasta sus últimos días. Fue fundada en 1969 por Topper Toy (con
casa en New Yersey) con la intención de que compitiera con Matchbox y Hot
Wheels en el mercado cada vez mayor de los 1/64. En 1971 Topper Toys fue
cerrada por problemas de fraude y JL desapareció del panorama. En 1994, Playing
Mantis compró los derechos y los Jonnies fueron fabricados de nuevo. En el
2005, Playing Mantis fue vendida a RC2 Corporation (conocida antes como Racing
Champions). RC2 conservó e incluso mejoró el buen toque que venía dándole PM a
los JL, pero hace unos años la vendió a Tomica y ese fue el comienzo del fin.
Los últimos JL no eran como los de la era RC2, estaban muy lejos de eso.
La serie Rock Art de Johnny Lightning dedicaba sus
modelos a “the artists and bands that have left a mark in the world of music”. Yo he visto modelos dedicados a Iron
Maiden, Elvis, Led Zeppelin y Guns N’ Roses. Los de hoy son: Buick 1987 y Chevy
Vega 1971. Debo decir que las ilustraciones de las carátulas de los discos
superan la calidad de los modelos. El Vega está bien, pero no me anima mucho. El Buick tiene el un aire más de Hot Wheels que de Johnny. Pero, volviendo al tema, las “calcomanías” son impecables: un
auto tiene la del Appetite for Destruction y el otro la del Use Your Illusion I,
los dos mejores discos de la banda.
De los
modelos no voy a decir más, porque creo que las fotos ya hablaron. Por cierto,
las fotos fueron tomadas en la Biblioteca Luis Ángel Arango, mientras esperaba
que pasara un diluvio y me dejara salir.
Para
finalizar, los dejo con un par de canciones de la banda.