Las
mañanas de domingo en mi niñez tenían sentido gracias al General Lee; me
levantaba con la ilusión de ver un capítulo, aunque fuera repetido, de los
Duckes de Hazzard (en España los llamaban “El comisario chiflado”). Los saltos
imposibles del General, las persecuciones, la tierra que salía debajo de las
llantas del auto, los protagonistas entrando por las ventanas, las
competencias, la prima sexy, todo era genial en la serie.
La
serie tiene su origen en una película del mismo productor titulada “Moonrunners”,
de 1975. La película contaba básicamente la misma historia que la serie: una
familia de contrabandistas de alcohol en el sur de EU que tenían aventuras
alocadas. A los productores les pareció que la idea podía funcionar para una
serie de televisión y decidieron hacer los Duckes con presupuesto de la Warner.
Inicialmente mucha gente no creía mucho en el proyecto, pero con el tiempo se
convirtió en un fenómeno. Entre el 79 y el 85 los primos Ducke repartieron el whisky
ilegal que fabricaba el tío Jesee, ayudaron a los desprotegidos (especialmente
chicas guapas) y burlaron al comisionado Buss Hug y al comisario Rosco P.
Coltrane.
Cuando
era niño pensaba que el General era un modelo del Ford Mustang, mi auto
favorito de siempre. Mucho más tarde me enteré de que era un Dodge Charger ’79.
Ben Jones, quien interpretaba a Cooter,
el eterno mecánico de los Duckes, afirma que durante la serie se usaron 256
autos como el General Lee, otras fuentes dicen que fueron más de 300. No todos
los autos eran modelo 69, también hubo ’68 y 70’ que fueron modificados. Después
de los saltos largos, los autos debían ser retirados para ser reparados;
incluso en las escenas se ven los daños que sufrían al aterrizar. Los conductores
que piloteaban los autos decían que los vuelos eran fenomenales, pero que los
aterrizajes eran espantosos.
Este
modelo de Johnny Lightning no pertenece a la serie sino a la película “The
Begunning”, de la cual sólo soporté como 10 minutos. Lo que lo diferencia del auto
de la serie son las letras marcadas en las llantas. Las llantas del auto de la
serie eran tipo “balón” y no tenían las letras pintadas, aunque también era BF Goodrich
Radial T/A. Por otro lado, los rines del auto de la serie no eran cromados. Como los modelos que más me gustan de JL, este es un muy buen molde,
pero tiene un detalle: las puertas no tienen las dos bellas hendiduras tan
características del Charger. El mejor modelo de Dodge Charger que he visto en escala
1/64 es el de Greenlight, ese no escatima detalle y una versión del General en
este molde sería increíble. JL tuvo varios modelos del General: el de la serie,
el de la otra película, uno con salpicones de barro y tierra e incluso el
Genral cuando era negro, en el primer capítulo. Con el fin de JL, los modelos
de series han adquirido especial valor en internet.
Un
par de datos curiosos: 1. La bocina del General toca las doce primeras notas de
las famosa canción Dixie, de ese ritmo al que llamaron Dixie Land y que tuvo
gran influencia en el nacimiento del jazz. 2. Los primeros tres autos usados en
la serie fueron bautizados Lee 1, Lee 2 y Lee 3; el Lee 1 fue durante años propiedad
de John Schneider, quien hacía el papel de Bo Ducke. 3. En el 2012 el Lee 1 la logra
la absurda suma de 110 millones de dólares en una subasta de Barrett-Jackson (para
ver las fotos clic aquí). Es uno de los autos que ha logrado mayor valor en un
evento de este tipo. El General ha dado para tanto, que incluso el gran Johnny
Cash le compuso una canción.
El número de fotos es directamente proporcional al gusto por el auto... Para
finalizar, un par de videos: un documental sobre la serie, la canción de Johnny
Cash (que tiene muy buenas imágenes del General y sus saltos) y un comercial reciente donde aparecen los primos Ducke en el General.
Nunca miré esta serie, pero el solo hecho de llevar un número en los laterales lo haría apetecible para mi colección.
ResponderEliminarAbrazos!
jajaja, pero claro!!!
ResponderEliminarNada mal!!
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